Corría el mes de julio cuando Ushuaia enfrentaba el primer brote de Covid-19, cuando los 61 tripulantes del buque pesquero Echizen Maru, se contagiaron.

Según las autoridades de Salud de la provincia, no se pudo determinar el nexo epidemiológico del virus a bordo, ya que durante el tiempo que el barco estuvo en alta mar, los tripulantes afirmaron no tener contacto con ninguna persona ajena al barco.

Esta semana se supo que 13 barcos se encuentran en las inmediaciones de Puerto Madryn, con unos 300 tripulantes a bordo, todos contagiados. La mayoría de las embarcaciones llevan un mes y medio sin tocar puerto.

Otra vez, lo que más preocupa a las autoridades provinciales es que esa ciudad, junto a Comodoro Rivadavia, son las que presentan más casos activos en Chubut por lo que pusieron reparos para permitir que la tripulación haga la cuarentena en tierra.

Juan Navarro, Secretario de Prensa del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), advirtió que “hay toda una psicosis” debido a que muchos hoteles no quieren abrir sus puertas para alojar a los marineros que necesitan transitar la enfermedad ante posibles casos de gravedad.

“Estamos en alerta, porque no vemos por dónde vienen los contagios. Hay barcos que no han hecho relevo, los muchachos llevan 45 días arriba del barco y han tenido contagios. No sabemos por dónde vienen”, dijo Navarro a FM del Viento.

Asimismo, el dirigente gremial aclaró que la mayoría de los infectados son asintomáticos y no revisten gravedad. “Muchos prefieren quedarse en los barcos, pero necesitamos bajarlos”, indicó.

Conscientes de la delicada situación sanitaria que atraviesa Madryn, sumada a que no tiene la infraestructura hotelera para albergar a todos esos trabajadores, Navarro aseguró que están tratando de gestionar con Nación para que deriven los barcos a otros puertos.

Frente a este panorama, el SOMU amenazó con un paro de actividades y le envió una carta al presidente Alberto Fernández, donde solicitó las “garantías necesarias” para seguir desarrollando la actividad.

La particularidad de este caso es que los primeros síntomas lo tuvo el médico de la embarcación a los 32 días de haber partido pese a que en ningún momento nadie tuvo contacto con otros pesqueros.

La única explicación que se encontró fue que algunos marineros embarcados habían viajado a Tierra del Fuego en avión. En esa máquina viajaba un hombre que se convirtió en la primera víctima fatal de la provincia fueguina afectada por el COVID.

Pero eso ocurrió días antes de embarcarse y todos los marineros habían sido controlados antes de subir al pesquero. Después siguieron casos en los puertos de Comodoro Rivadavia, Rawson y Puerto Deseado.

Por el momento, el nexo epidemiológico en alta mar sigue siendo un misterio.