El gobierno nacional confirmó la implementación de una restricción a la circulación nocturna para intentar contener el aumento de casos de covid-19 en el país. El “toque de queda sanitario” se extenderá desde las 23 hasta las 6 de la mañana y, según destacó el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, se resolvió en acuerdo entre el Presidente y los mandatarios provinciales, quienes podrán tomar sus propias decisiones en sus distritos.  Si bien la mayoría de los gobernadores confirmaron su apoyo a la medida, las autoridades de al menos dos provincias, Córdoba y Mendoza, adelantaron que no la aplicarán. Desde el gobierno nacional resaltaron que, en verdad, la medida prevé que cada provincia la instrumente de la manera que considere más conveniente. Y recordaron que, de hecho, en Córdoba ya rigen límites a la actividad nocturna.

La potestad de cada provincia para resolver cómo instrumentar o no la restricción a la circulación fue algo solicitado expresamente por el gobernador radical de Mendoza, Rodolfo Suárez, durante la reunión que los mandatarios mantuvieron con Alberto Fernández el miércoles.

De hecho, Suárez remarcó que por el momento su provincia no adherirá al “toque de queda” nocturno dispuesto desde el Poder Ejecutivo Nacional. Sí aclaró que, si la situación se complica en territorio mendocino, se tomarán las medidas necesarias. “Las medidas que buscan imponer, en Mendoza ya fueron aplicadas en un momento que lo ameritaba y funcionó. Aplicarlas hoy no tiene ningún sentido”, remarcaron desde la gobernación cuyana.

En el mismo sentido, pero con mayor dureza, se expresó el diputado Alfredo Cornejo, ex gobernador mendocino y actual presidente del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical (UCR), quien cuestionó directamente al Presidente: dijo que las medidas anunciadas “son la clara demostración del fracaso de la estrategia sanitaria”, y suponen “el tiro de gracia a la economía de los argentinos”, pese a que el gobierno nacional remarcó, justamente, que la restricción nocturna busca obtener resultados sanitarios limitando el impacto económico.

La otra provincia que anunció que no implementará el “toque de queda” es Córdoba, según dijo el gobernador Juan Schiaretti.De acuerdo con sus dichos, buscarán contener el alza de contagios intensificando las medidas de prevención y control actuales a partir del fin de semana, para evitar acciones políticas más restrictivas que afecten la actividad industrial, comercial y gastronómica. Para ello, la gobernación aseguró que aumentarán el número de testeos hasta llegar a los 15 mil diarios, e invertirán 450 millones de pesos para incrementar el total de camas para pacientes críticos de coronavirus en hospitales provinciales y municipales.

“Todos estamos viendo un aumento de casos en América Latina, en Argentina y en Córdoba. Córdoba actúa siempre frente a la pandemia con responsabilidad y diciendo la verdad”, dijo el gobernador Schiaretti, y pidió seguir aplicando y respetando los protocolos.

En la Ciudad de Buenos Aires, las posibles medidas fueron analizadas durante una reunión por videoconferencia de los funcionarios porteños, encabezada por el titular del gobierno local, Horacio Rodríguez Larreta, contagiado de coronavirus y aislado en su domicilio. Allí se habló de “esperar lo que Nación disponga por decreto”. Una vez que esto ocurra, lo que se decida “va a ser acompañado por la Ciudad”, dijeron fuentes del gobierno porteño, aunque también dejaron trascender que la estrategia en CABA buscará diferenciarse y centrarse en “recuperar la responsabilidad social y cívica que supimos tener” en los primeros meses del aislamiento, mientras que, a la vez, se reforzarán las tareas de testeo y rastreo de personas contagiadas.

La mayoría de los gobernadores provinciales se mostraron de acuerdo en implementar el “toque de queda sanitario” conversado en la reunión con el Presidente. De hecho, algunas provincias y municipios ya están poniendo en práctica restricciones horarias con el objetivo de disminuir la circulación.