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Gilda, la peluquera agredida en Chacra XI: “Todavía la justicia no movió nada”

El pasado 6 de abril, Gilda fue víctima de un hecho de violencia en Río Grande. En una vivienda donde fue a hacer un trabajo de peluquería, fue salvajemente golpeada por dos personas, que también le robaron el celular.

“Ella me empezó a llamar un sábado para que le haga una tintura y yo no podía. Luego ella me volvió a preguntar y le dije que iba el domingo a la noche, cuando volví a mi casa me olvidé, y el martes a la mañana, como yo cuido chicos, estaba en la casa de los chicos y me mandó un mensaje, que me estaba esperando. Le dije que iba a la casa después de las 6 de la tarde”, comenzó el relato de Gilda.

“Ese martes yo estaba haciendo un trabajo de la escuela, y me manda un mensaje para ver si iba a ir a su casa, me dijo que lleve las cosas de peluquería. Llego a su casa y no sé si estaba drogada o que, cuando entro había un masculino adentro. Ella me decía que me siente y le dije que no porque tenía un curso a las 8, ahí el masculino se enfureció, me agarró y cerraron la puerta con llave”, siguió.

“Ella estaba con un cuchillo, y yo no entendía nada, me decía que no la denuncie, me hincó con el cuchillo y tengo las lesiones. Ahí empezamos en el rincón de al lado de la puerta, que se abrió. Yo quise agarrar mi bolso y me lo sacaron. Salgo para afuera y el bolso se me engancha en la puerta y se me cae todo, ahí vino el masculino y me daba piñas y me daba con el cuchillo”, Ella me decía que hacia eso porque la toqué a la nena”, afirmó Gilda por FM Del Pueblo.

Y aseguró que “a la nena la conocía porque con los chicos que cuido la llevaba al jardín, nunca tuve un drama. Me escapé de ahí y cuando me fijo en la campera ya no tenía el celular. Ella me dijo que desaparezca porque me iban a escrachar con los pañuelos amarillos”.

“Llegué a mi casa y me vi los golpes y me quería morir. Llamé a la policía y ahí empezó todo. Me fui al hospital y me cocieron y fui a hacer la denuncia. Mi abogado entregó todas las pruebas, con audios. Ella había llevado mi teléfono a un técnico para que lo desbloquee, pero el técnico me lo devolvió”, continuó.

Según Gilda, “es homofobia, el juez no movió nada, y tengo derechos como trans, tengo una ley que me ampara. Esto cayó en el juzgado Número 1, a cargo del juez Daniel Cesari Hernández”.

Desde el área de Diversidad del Gobierno de la provincia también tomaron intervención ofreciendo asesoramiento jurídico, pero como tantas otras causas, la de Gilda, aún no tiene avances.