Con la llegada de las primeras 100.000 dosis de Pfizer, la Argentina empieza a aplicar la sexta vacuna que se utiliza en el país. Una rusa (Sputnik), con una parte terminada en la Argentina; dos chinas (Sinopharm y Cansino); una británica (Oxford/AstraZeneca), aunque con el principio activo fabricado en el país, y dos norteamericanas (Moderna y Pfizer).

Las dosis de Pfizer todavía no se utilizarán en adolescentes sin enfermedades previas porque son muy pocas y no alcanzarían para aplicar siquiera a los jóvenes de 17 años. Por lo tanto, estas partidas iniciales tendrán el destino de ser usadas como segundas dosis de los que recibieron la Sputnik 1. Recién en octubre o noviembre se arrancaría con los adolescentes, que no son de gran riesgo, pero su vacunación le cierra los caminos a nuevos contagios de mayores.