Así lo afirmó Claudia Pichoni jubilada, luego de la reunión de comisión para sanear la crisis de la Obra Social, que tuvo lugar ayer, y que fue cuestionada por no aportar soluciones concretas.

Entre otras cuestiones, durante la comisión se mencionó que los pasivos están superando a los activos, y son los que menos aportan a la OSEF. “La línea que más consume la obra social somos los pasivos, o sea que somos los que tenemos la culpa”, dijo Pichoni por Radio Provincia.

“Consideran que un grupo familiar del afiliado tiene hasta tres personas a cargo y por grupo se le descuenta 1.5 % , y no es lo mismo que haya aportado una persona y se le dé servicio a cinco”, aseguró la jubilada.

Y apuntó contra el sistema RUPE, “que jamás aportaron es el grupo que más consume la obra social. Hay un intento de que los jubilados aporten más, y estaríamos pagando la obra social a este régimen de RUPE que jamás aportaron. El gobierno le debe a OSEF todos los servicios que las RUPE ocasionan. Es injusto que no podamos tener nuestra obra social y que no nos cubra lo que necesitamos. Que directamente saquen a la RUPE de la obra social y se las pasen al ministerio de salud”.

Según Pichoni, los jubilados participantes en la comisión no pudieron hacer preguntas. “Pino abrió la boca únicamente para tomar un té y él pertenece a la comisión, Victoria Vuoto y Sciurano hicieron algunas preguntas que ya estaban contestadas en a explicación. Lapadula apuntó a algunos gastos, preguntó sobre las RUPE y le dijeron que ese detalle no estaba analizado”, explicó Pichoni.

La jubilada detalló que en Ushuaia “no existe un médico auditor, y cuando les autorizan un stent tienen que esperar que un médico de Buenos Aires le responda online”.

“Recordaron que de una planta política de 12 personas pasaron a 61 personas, esto determina que es importante hacer una reestructuración en el funcionamiento de la obra social, y es una decisión política que debe tomar la legislatura y el gobernador”, recordó.

También cuestionó que “algunos legisladores se levantaron antes de que terminen de explicar, en vez de irse podrían haber dicho que no necesitábamos esa información, sin embargo, fue dilatar algo para que nos cansemos”.

“Fue vergonzoso. Hay una clara intención de que más allá del informe del Tribunal de Cuentas, se tienen que tomar decisiones sobre la pésima administración del directorio, es modificarlos o quitarlos porque están haciendo cualquier cosa. Lo más ilógico es que los auditores estén en Buenos Aires, pero indignante el autoritarismo de Sciurano en no permitir que digamos nada”, concluyó.