El Psicólogo Leonardo Gorbacz fue consultado sobre el deterioro de la salud mental de los argentinos, algo que va en aumento, debido a diferentes factores.

Los medios, las redes sociales, y un largo etcétera confluyen para que los argentinos veamos cómo se va deteriorando nuestra salud mental. Mientras desde el Poder se intenta instalar un discurso individualista, que, a todas luces, no colabora.

“Pareciera que una cosa es el sufrimiento cotidiano por la situación que estamos viviendo y otra cosa pareciera que es que hay problemas de salud mental, como si fueran por causas individuales, y hay una conexión directa”, explicó Gorbacz por FM Del Pueblo.

Y agregó: “La salud mental se consigue teniendo las posibilidades de poner en juego un proyecto de vida, si no están esas condiciones, cada uno va expresando el malestar de distinta manera. Pero las condiciones materiales, o la violencia alimentada permanentemente desde la cima del poder, es algo que se va contagiando”.

Según el psicólogo, “las personas que vienen con un problema de arrastre es probable que las crisis las tenga de manera más violenta”.

“Ante lo político o lo económico, uno podría estar contenido en una comunidad solidaria, con un discurso que nos ayudemos entre todos, y eso ayudaría muchísimo para la salud mental de la comunidad. Por un lado, las dificultades económicas, por otro, la idea es que no hay que ayudar al que está al lado sino competirle. La lógica del individualismo está en contra de la esencia del ser humano, que es la de un ser gregario, que cuando nace depende de otro por mucho tiempo, a diferencia de otros animales. Necesitamos de la ayuda del otro, y del amor del otro. Si se desconoce eso, es un sistema que promueve todo lo contrario, donde el otro es visto como un adversario, que además lo necesito para ser feliz”.

“Si cada uno deja salir la violencia, no sobrevive nadie. Freud decía que la comunidad es el equilibrio entre la posibilidad de que cada uno satisfaga sus deseos individuales, pero al mismo tiempo resigne de alguna manera esos deseos individuales, en función de no perjudicar a otro”, sostuvo.

“Esa es la tarea de un liderazgo es hacer que la gente no se mate entre sí, pero el discurso de una libertad sin límites es incompatible en sociedad”, concluyó.