“En un hogar donde hay violencia se está siempre en peligro, hasta que uno dimensiona y hace ese click. Son muchos años que te van comiendo la cabeza”, dijo la instructora de pilates Carina Kirstein.

El caso de violencia de género de Carina tomó trascendencia nacional, debido a la crudeza del video que se hizo viral, donde la misma Carina relata las situaciones por las que atravesó con su marido, Marcelo Guzmán, abogado y funcionario del STJ.

Guzmán tenía una prohibición de acercamiento a Carina, que fue trasgredida sistemáticamente. Si bien Guzmán no tenía esa prohibición de acercamiento hacia una de las hijas de Carina, el mismo Guzmán comenzó a acercarse a los lugares donde la joven frecuentaba.

“Una noche pensé No vuelvo a casa. Trabajo hasta muy tarde y vuelvo a la noche caminado, porque no tengo auto, y dije que un día no llego a casa, porque venía como se venía dando el proceso judicial y como esta persona se venía comportando. Si me muero en la calle la gente no va a saber quién fue”, relató Carina por Radio Provincia Ushuaia.

“Uno se encuentra cercado en cierto momento, no se pueden pensar algunas cosas con claridad, uno tiene mucho miedo. El miedo sigue igual porque esta persona se sigue manejando sin problemas. Fue la primera vez que lo denuncié”, continuó.

“No sabía bien que hacer y el lunes me presenté en la Comisaría de la mujer, me atendieron súper bien, me pregunta a que viene, y les dije, no sé. Ni siquiera tenía bien en claro que hacer. Fue la primera denuncia en 15 años de matrimonio. No fue el hecho más grave, pero dije hasta acá”.

“Los hechos de violencia empezaron a crecer rápidamente, y pensé que uno de estos días agarra a una de las nenas. Cuando teníamos una discusión, el enojo se trasladaba a mi hija mayor, de 19, que es hija de un matrimonio anterior, y cuando pensás que tus hijos corren peligro dije se terminó, voy y lo denuncio, o me muero yo o se va sobre alguna de las niñas”.

“Primero traté de tener un divorcio más pacífico, esto provocó también una escalada de violencia muy rápida. Uno trata de calmar la situación, pero eso nunca resulta, uno se va acomodando a la persona con la que está para evitar la violencia”.

“Que sirva el caso”, pidió Carina. “Ya que tomó tanta magnitud, para que otras mujeres se animen a salir adelante. Yo fui en contra de mi marido y del Poder Judicial, desde donde nadie se comunicó conmigo”, concluyó.