Nicolás “Nicky” Caputo, amigo de la vida de Mauricio Macri y dueño de Mirgor, se puso al frente de un lobby corporativo que busca incidir en la Resolución del Gobierno, que se publicará en unos días. Según consigna el diario Página 12, Caputo “es el que más enojado está por este intento de que se sumen unos votitos en la elección”.
Intentarán los ceos, bajo su influencia, que se aminore el impacto de la apertura a las importaciones. “Nicky”, relatan quienes lo conocen, es de la “familia” y tiene ascendencia en ellos. La referencia tiene que ver con que es primo del ministro Luis Caputo y tío de Santiago, el asesor estrella de Milei. De hecho, a comienzos del mandato libertario, cuando Milei pensaba en liquidar el régimen fueguino, los dos Caputo le salvaron el negocio a “Nicky” y bancaron que el Estado siga subsidiando la producción allí.
Algunos aseguran, de hecho, que a raíz de esos contactos de “Nicky”, el Ejecutivo está pensando en darles una compensación extra a las empresas de la isla. Sería una medida centrada en la telefonía celular. Consistiría en una simplificación aduanera para que puedan vender celulares de la isla al territorio nacional sin que eso se compute como una exportación. La queja de los empresarios es que el sector telefonía movil es el más sensible porque de los 7000 trabajadores del polo productivo, la mitad están asignados al ensamble de móviles.
Esta medida sería la tercera de un paquete que ya tiene la importación directa a tasa cero de celulares terminados y la baja de los impuestos internos para favorecer a la industria local. El asunto, dicen, es si esto alcanza. Es que la decisión oficial le pone arancel bajo a los que importan partes, pero les pone arancel cero a los importadores que traen el celular terminado. Es decir, aún mejorándoles a los ceos de la isla la venta directa al continente, habría que sumar costos de logística y retail que harían muy dificil competir contra lo terminado que viene de afuera.