El Gobierno pretende seguir adelante y no dar marcha atrás con la baja de aranceles de la importación de los celulares, medida con impacto directo en los fabricantes de Tierra del Fuego.
Según consigna el diario Infobae, ahora el Gobierno pretende, en una siguiente instancia, comenzar a discutir de lleno el régimen especial de Tierra del Fuego. “Es un sistema injusto que los argentinos paguemos productos más caros de lo que deberíamos. No tiene ninguna razón de ser que los argentinos subsidiemos una zona del país con cuestiones que se discutieron hace 50 años”, indicó este jueves Adorni en una entrevista televisiva.
Hasta el año pasado, la postura de altos mandos de la Casa Rosada era no tocar nada vinculado al régimen fueguino porque había que pensar estrategias de políticas públicas para mitigar el impacto que podría producir en materia de empleo.
“Ahora ya no tenemos nada que hablar con la provincia [sobre la baja de aranceles] porque es una decisión consciente que tomó el Gobierno”, indicó una alta fuente libertaria a Infobae. En rigor, desde el Gobierno catalogan el actual régimen como un “curro”.
El último informe del staff técnico del Fondo Monetario Internacional (FMI) señala que las exenciones fiscales como las que benefician a Tierra del Fuego contribuyen a las inequidades del sistema tributario argentino, instando desregularlas. Según datos del think tank Fundar, el subregimen industrial, eje central del esquema de promoción, implica un costo fiscal anual de USD 1.070 millones, equivalente al 0,22% del PBI.