La Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) aprobó este miércoles la declaración sobre la cuestión de las Islas Malvinas y reafirmó la necesidad de que los Gobiernos de Argentina y del Reino Unido reanuden “cuanto antes” las negociaciones sobre la disputa de soberanía en el archipiélago austral para encontrar una solución pacífica.
La declaración fue aprobada durante la 50a. Asamblea General de la OEA, de la que participó en forma virtual el canciller Felipe Solá, quien había solicitado ese respaldo al cuerpo.
De esta manera, la OEA “renueva el constante apoyo de la región a la cuestión Malvinas y reitera que resolver la disputa de soberanía entre los dos países sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes continúa siendo un tema de permanente interés hemisférico”, destacó la Cancillería en un comunicado.
“Es una excelente noticia empezar a reconstruir estos apoyos que siempre existieron”, dijo Andres Dachary, Secretario de Malvinas, Antártida, Islas del Atlántico Sur y Asuntos Internacionales del Gobierno de la Provincia.
Y se refirió a “volver a reconstruir este camino que se había perdido los últimos 4 años, y volver a tomar a Malvinas como un interés nacional”.
La OEA está integrada por 35 países que, según Dachary, “volvieron a ratificar su apoyo a la Argentina en sus derechos soberanos sobre las Islas Malvinas”.
Sin embargo, la reacción del Reino Unido fue la misma que viene adoptando ante cada organismo internacional, desde donde se plantee volver a las negociaciones con Argentina: la indiferencia y el total desconocimiento de cualquier tipo de manifestación.
La declaración de la OEA de este miércoles no tiene rango obligatorio, pero podría llegar a tener cierto peso en la política internacional.
“Lo que ha pasado en muchos periodos de nuestra historia es que nos ha hecho retroceder, porque estos apoyos no son fáciles de conseguir. Esto lo hacen porque están convencidos de que hay usurpación y saqueo de recursos naturales, juegos de guerra, introducción de tecnología nuclear, y situaciones graves”, dijo Dachary.
La resolución de la OEA generó un duro contrapunto diplomático ente Buenos Aires y Londres. Argentina cuestionó la tesitura de Gran Bretaña de no sentarse a dialogar en la ONU por el conflicto y objetó la presencia militar en el archipiélago, mientras que el Reino Unido insistió con su defensa por la ocupación en las islas y cuestionó al gobierno de Alberto Fernández por las recientes medidas económicas tomadas contra los isleños.
El vicecanciller Pablo Tettamanti respondió que “Argentina desea tener la mejor relación con el Reino Unido pero nos resulta difícil entender cómo pueden ignorar que hay una disputa desde 1833 que fue la fecha en que el Reino Unido ocupó ilegalmente las Malvinas”.
Y planteó que al gobierno argentino le llama la atención que no vea que esta no sea una “situación colonial” ya que Londres en 1945 incluyó a las Malvinas como un territorio bajo su control.
El vicecanciller destacó que “la Argentina no ignora a los habitantes de las islas porque en la Constitución se compromete a llegar a un acuerdo”.
Y reiteró: “no tenemos dudas de la soberanía en Malvinas y los espacios marítimos circundantes. Queremos una buena relación con Gran Bretaña pero las relaciones no van a ser perfectas si no se discute este tema”.