Alberto Fernández recibió un encendido aplauso de un grupo de intendentes bonaerenses cuando les dio un fuerte apoyo para avanzar en una estrategia que les permita evitar la Ley 14.836, sancionada en 2016, que puso fin a las reelecciones indefinidas de intendentes, concejales, legisladores y consejeros escolares. 

Ocurrió en una cumbre privada al cabo del acto en Avellaneda que encabezó el Presidente, junto al gobernador Axel Kicillof y el alcalde anfitrión, Jorge Ferraresi. Allí, mientras degustaban un asado, el jefe de Estado recordó a Néstor Kirchner, de quien dijo haber aprendido”la importancia de tener buenos intendentes”. Aludía, de esta manera, a las obras de ampliación del Departamento Judicial de Avellaneda/Lanús en las que había trabajado Ferraresi. 

“Después se habla de las reelecciones sí o las reelecciones no, yo digo que si hay funcionarios que por una cuestión de cercanía son controlados, son los intendentes”, expresó Alberto F. sin que mediara una consulta previa. “Cuando un intendente -prosiguió el mandatario- es (elegido) dos o tres veces, es porque los vecinos lo votan y quieren que siga siendo intendente. Y nosotros no podemos ir en contra de la voluntad popular”, agregó, en una frase que, confirmada a Clarín por cuatro fuentes presentes en el encuentro, que generó euforia entre los jefes comunales. Incluso, Mayra Mendoza (Quilmes) y Andrés Watson (Florencio Varela).

Kicillof también se sumó a los aplausos, al igual que el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, quien ya había dictaminado sobre el tema en el encuentro de la semana pasada en Lomas de Zamora, cuando pronunció un breve pero claro discurso en favor de las reelecciones indefinidas. Allí, ante un grupo más chico de intendentes, Fernández ya había mostrado su aval a que los intendentes buscaran una alternativa a la ley de reelección indefinida. 

Tras el aval de Alberto Fernández, ahora los intendentes evaluarán la estrategia a seguir para ver cómo pueden esquivar la ley que se aprobó en la Provincia durante la gestión de María Eugenia Vidal, en un acuerdo con sectores massistas, hoy encolumnados dentro del Frente de Todos. 

Entre las opciones, a la posibilidad de judicializar el tema y avanzar con un pedido de inconstitucionalidad de aquella ley, se analiza impulsar una ley que derogue esa iniciativa en la Legislatura. “Tenemos tiempo. Lo importante era tener el apoyo del Presidente. Hoy nos volvemos muy tranquilos”, sintetizó un jefe comunal a este diario. 

El tema encuentra adhesiones no sólo en el FdT: en Juntos por el Cambio, hay dirigentes que admiten en privado su disconformidad con aquella ley y la necesidad de encontrar una salida en conjunto con el oficialismo para poder ser reelectos.