“La situación humana es la más grave porque el recurso humano no es reemplazable”, dijo Cristian Tejedor, Director Médico del Hospital de Río Grande.

Ayer, Tierra del Fuego registró 143 nuevos casos positivos, 94 en Río Grande. El virus mortal se llevó la vida de dos vecinos de la ciudad. En tanto que 42 pacientes permanecen internados en sala general del Hospital Regional de Río Grande, 15 en Terapia Intensiva.

Otros 8 pacientes permanecen en sala general del Cemep y 12 en Terapia Intensiva.

“El hospital está al límite”, afirmó Tejedor por FM Aire Libre. Y advirtió que “si uno piensa que el colapso es tener pacientes tirados en los pasillos, eso no hay, eso es una catástrofe sanitaria. Al paciente hay que verlo y acompañarlo, eso lleva recurso humano que es finito”.

“En el hospital tenemos 27 camas en UTI, pero hay más respiradores que camas. Hay 22 camas posibles de cuidados avanzados”, informó.

Y dijo que se pueden abrir más camas, y se puede adquirir más oxígeno, pero no constituye un tratamiento. “El oxígeno es un soporte, pero el tratamiento son muchas cosas”.

“En total son 15 pacientes respirados, son más pacientes en cuidados críticos, pero no todos están graves. Tuvimos un descenso la semana pasada y se volvieron a ocupar las camas en dos días. Tenemos ciclos, donde van saliendo y entrando pacientes, pero no tenemos pacientes en los pasillos”, aseguró el médico.

Y expresó que “si le digo colapso humano, el sistema está colapsado, porque no tenemos profesionales de recambio. Tenemos dos centros más con internación, entonces el sistema sanitario de la ciudad no está colapsado”.

Según Tejedor “el aislamiento fue útil y hoy no lo está siendo porque la gente tiene que suplir ciertas necesidades, somos seres sociales. Si hay algo que no habría que tener son reuniones sociales, pero no están las herramientas en la sociedad, no está preparada para respetar al máximo esas medidas. Si tenemos más enfermos de lo que podemos manejar va a ser una catástrofe.”

Y explicó: “que un paciente esté falleciendo sin analgésicos o sin el oxígeno que necesita, eso es lo que no puedo ver. Lo que no nos puede pasar es que nos sintamos mal y abandonados. No nos puede pasar eso. Es lo más triste que le puede pasar a una persona, morirse solo, sin una mano de un pariente o de un profesional. Todo el personal sanitario está haciendo lo máximo para ser lo más humanos posibles porque es lo único que nos queda”.