La vacunación avanza pero dentro de un mes y medio, cuando la Argentina celebre sus elecciones primarias, la pandemia de Covid-19 aún no habrá sido superada. El Poder Ejecutivo propuso, de manera excepcional, posponer un mes los 2 comicios (las PASO y las generales) y el Congreso lo convalidó por ley. Ahora, tras el cierre de alianzas y de listas, el Gobierno y la Justicia están en plena discusión de medidas que garanticen una votación segura y que las elecciones no se conviertan en un foco de contagios de coronavirus.

El artículo 37 de la Constitución nacional establece que el voto es “universal, igual, secreto y obligatorio” y el artículo 23, inciso b, de la Convención Americana de los Derechos Humanos dice que todos los ciudadanos tienen derecho a “votar y ser elegidos en elecciones periódicas auténticas, realizadas por sufragio universal e igual y por voto secreto”.

Es decir que, en la Argentina, votar no solamente es un derecho político sino un deber. Sin embargo, la regla mundial para quienes tienen Covid-19 y para quienes son contacto estrecho de infectados es aislarse.

Autoridades oficiales de la Cámara Nacional Electoral (CNE), confirmaron que “en la puerta de los establecimientos no se realizará control de temperatura” (sobre el tema, ver esta nota) y “a quienes tengan Covid-19 o sean contacto estrecho de un contagiado o, por sus síntomas compatibles con coronavirus sean considerados casos sospechosos, se les va a informar que está justificada su no emisión del voto y sólo tendrían que justificarlo a través de internet”.

Sin embargo, en caso de querer votar pese a estar cursando la enfermedad, para ellos se dispondrá “un procedimiento para garantizarles su derecho a votar, en un cuarto oscuro específico, con medidas adicionales de ventilación e higiene, y con la posterior sanitización de la mesa y todo el ambiente”. Lo mismo se preverá para las personas privadas de su libertad, se indicó desde la CNE.

El 10 de junio último, mediante la Acordada 62, la CNE expresó que “reiteraba” al Ministerio de Interior de la Nación “que se arbitren los medios para prever que, por quien corresponda, se incluya con anticipación suficiente en el cronograma de vacunación como personal estratégico esencial a todos los ciudadanos y ciudadanas que serán convocados como autoridades de mesa para las elecciones primarias y generales del corriente año”.

El 27 de julio último, la CNE difundió una respuesta a su vicepresidente, el juez Daniel Bejas, de parte de la secretaria de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior, Patricia García Blanco, en la que el Gobierno nacional confirma que las autoridades de mesa serán vacunadas.

El Ministerio del Interior, además, le garantizó a la CNE que cada mesa de votación contará con un kit sanitario compuesto por 4 barbijos y una botella de un litro de alcohol en gel, además de mamparas traslúcidas para las mesas.

Además, informó que cada escuela tendrá “facilitadores sanitarios”, es decir, agentes del Comando General Electoral que deberán controlar el cumplimiento del protocolo sanitario.

Desde la CNE dijeron a Chequeado que se está “convocando a más autoridades de mesa de las habituales” para que haya una mayor cantidad de suplentes, en caso de que las autoridades de mesa titulares no puedan concurrir a cumplir sus funciones por razones sanitarias.