Dos pilotos, una enfermera y un médico murieron en el accidente del viernes. El bebé y su madre habían sido trasladados desde la ciudad de Buenos Aires, donde se confirmó su diagnóstico de botulismo. Ambos salvaron sus vidas.

La caída del avión tiene jurisprudencia federal, por lo que interviene la Junta Nacional de Investigación de Accidentes Aéreos, que arribó el sábado a la provincia.

“El viernes fue muy estresante sobre todo para apagar el fuego, todo eso llevó un trabajo arduo de bomberos. También la policía científica, hicieron un trabajo rápido para recolectar las pruebas. Los forenses trabajaron 24 hs, tomaron todas las muestras”, dijo la Jueza Federal de Río Grande, Mariel Borruto, por FM Del Pueblo

Además, un psicólogo se encargó de recibir y contener a los familiares de los fallecidos que llegaron a la provincia.

En torno a las pruebas del accidente, algunas serán analizadas en Buenos Aires y otras posiblemente irán a Estados Unidos.

Mientras tanto, la Justicia Federal espera el informe de la Junta.

Los cuerpos del médico y la enfermera ya fueron entregados a la morgue.

“Seguimos trabajando en la medida que se pueda, tratando de hacerlo lo antes posible para terminar con esto cuanto antes, pero la parte humana no hay que perderla de vista”, agregó la jueza.

Más allá de que algunas declaraciones testimoniales que se recolectaron en el lugar del accidente, también serán convocados otros testigos.