Mientras avanza la postulación de Península Mitre para convertirse en Sitio Ramsar, la secretaria de Ambiente de Tierra del Fuego, Eugenia Álvarez, cuenta cuáles son las expectativas para el tratamiento Legislativo de una Ley que declare la zona “área protegida”.

Los humedales de Península Mitre se encuentran en la etapa final de la postulación para convertirse en ‘Sitio Ramsar’, lo que implicaría empezar a formar parte de la Convención Sobre los Humedales, iniciada en Ramsar (ciudad de Irán) en 1971. Desde el Ministerio de Producción y Ambiente, Eugenia Álvarez explica que “se trata de un procedimiento estandarizado que trabaja la autoridad ambiental nacional y Cancillería, y en la actualidad estamos en una instancia técnica. La provincia ya había manifestado en años anteriores la voluntad de postularse, para formar parte de la organización que nuclea -y protege- a los humedales considerados de mayor importancia internacional”.

“Si bien son los países los encargados de postular a los humedales, acceder a esa instancia de protección genera una categorización que permite darle relevancia y valorar los recursos naturales que están en estos sitios. La postulación implica definir cuáles son los valores ambientales, ecológicos, biológicos que están asociados a estos sitios, que les permitirían formar parte de la Convención Ramsar”, explica Álvarez.

Mientras tanto, la Secretaría de Ambiente sigue buscando que se lleven adelante otros mecanismos de protección, desde el ámbito provincial: “Para los que tenemos responsabilidades ejecutivas, esto es parte de un proceso en el que hay que seguir avanzando. Formamos parte del espacio de participación creado por la Legislatura para el camino de sanción de una Ley que declare a Península Mitre área protegida, con jurisdicción provincial”.

Cuando hablamos de Península Mitre, nos referimos a una de las zonas de mayor valor ecosistémico, no solo de Tierra del Fuego, sino del país y el mundo, al ser sus humedales fundamentales, si pensamos en revertir las consecuencias del calentamiento global. Según la mirada de Álvarez, “nuestro acompañamiento en la Legislatura tiene que ver con que se trata de recursos de enorme valor para la provincia. Estamos expectantes y muy entusiasmados pensando en que este reclamo que viene haciendo toda la ciudadanía fueguina desde hace años, pueda tener un resultado positivo”.

Las más de 300.000 hectáreas terrestres y 200.000 marinas de Península Mitre se ven desprotegidas ante la falta de una ley que las contemple como área protegida. Tanto sus valores naturales como los culturales cuentan en la actualidad con un decreto provincial que les otorga protección provisoria, pero solo mediante una ley se asegura que la decisión de proteger ese ecosistema no dependa de una sola persona para cuidar o desproteger.

Para obtener ese resultado, quedan aún diferentes instancias legislativas: “a partir de ahora van a ocurrir sucesivas reuniones para el tratamiento en asamblea, el dictamen técnico y luego la instancia del tratamiento de la ley ya en el claustro. No conocemos la agenda de la Legislatura, pero entendemos que va a suceder en las próximas semanas”

La necesidad de contar con una Ley que proteja Península Mitre no es nueva, y hace 30 años que se viene trabajando en ese sentido, sin aún podido conseguirlo. Para Álvarez, “este ha sido un proceso que ha llevado mucho tiempo, la verdad es que el territorio merece concluir esta etapa y avanzar con la siguiente”.

Para Eugenia Álvarez, “lo más importante es que este proyecto se gestó, se sostiene y se va a materializar con el territorio y con sus habitantes. El valor de nuestros recursos naturales trasciende las fronteras provinciales, pero los fueguinos hemos decidido custodiar este lugar. La valorización, el uso sostenible y la conservación de Península Mitre es nuestra decisión y eso me parece sumamente valioso y rescatable”.

Eugenia explica que durante las reuniones en la Legislatura había diferentes posturas; sin embargo, ciertos temas no están en discusión: “Hay actores con diferentes perspectivas que llevarán a un diseño de la norma que también deberá ser participativo, pero no hay confusiones sobre la importancia del bien común. Por eso estamos esperanzados en llevar adelante una Ley, y después vendrá un trabajo más arduo que este, con los actores del territorio, tratando de materializar todas aquellas actividades y acciones que tendrán lugar en el territorio”.

“Se viene un desafío muy importante -concluye-, pero que sin dudas la provincia merece tener. Sabemos que es un trabajo que tendremos que transitar y lo haremos junto con la sociedad fueguina, porque para nosotros los actores que viven aquí son los tenedores y custodios de este patrimonio, y creo que en este sentido estamos todos alineados”.