Crece el descontento entre los empresarios del país. El Ministro de Economía del Gobierno de la Libertad Avanza, Luis “Toto” Caputo, blinda al régimen industrial de Tierra del Fuego, encabezado por su primo, Nicolás Caputo, dueño de Mirgor.
Según consigna el periodista Leandro Renou (Pagina 12), en todos los despachos empresarios, sobre todo en la industria y los constructores, está la certeza de que hay un lobby de protección política a las firmas de la isla, y que está sintetizado en la coraza que establecieron otros dos Caputo: el ministro de Economía, Luis Caputo, primo de Nicky, y su sobrino Santiago, el asesor del presidente Milei, cuya designación fue formalizada hace algunos días pero fue central en el armado de la campaña libertaria y en las negociaciones de la Ley Ómnibus por parte del Gobierno.
Según Renau, “si se toma el total de lo que el Estado destina para la isla, se cubriría el total de transferencias a las provincias sin necesidades de ajuste”. Por eso crece de manera importante la presión empresaria para que se termine el régimen que beneficia a las electrónicas.
El Estado desembolsa 1560 millones de dólares anuales en la protección fiscal de la isla, donde no se paga IVA y, bajo la decisión del actual ministro de Hacienda, también se le concedió un beneficio enorme: por resolución, las empresas de electro no pagan el Impuesto País, que se abona en aquellos casos que se deseen importar insumos o mercaderías.
Ese decreto definió que Tierra del Fuego no pagará el 7,5 del Impuesto País, justo uno de los temas que trabó la aprobación de la Ley Ómnibus. En la otra esquina, cualquier industrial que importe una parte para producir, lo estará pagando, aún siendo una pequeña y mediana empresa.
En la situación de cubrir el negocio de Mirgor en la isla, no sólo juegan fuerte los Caputo, sino otro honmbre clave en Hacienda: el secretario de todos los ministerios, Juan Pazo, ex socio de Francisco De Narváez en el grupo textil Alas y amigo íntimo de Nicky Caputo. Es el más activo sosteniendo los beneficios fiscales, casi a la par del asesor. Ambos apagaron, de hecho, una breve rebelión que se intentó dentro mismo del Gobierno.
Cuando se empezó a debatir el plan de financiamiento Cuota Simple, que reemplazó el Ahora 12, un libre pensador racional en Hacienda y Comercio sugirió que no era conveniente que se habilitara la compra en cuotas de productos de electrónica. “No se le puede dar otro beneficio a la isla”, expresó. Esa situación ya se había planteado en otras ocasiones, pero no le llevaron el apunte.
Fuente: Página 12