En la última semana hacia las elecciones, un audio que comenzó a circular por redes sociales evidencia los modos de la política. El diputado oficialista Santiago Pauli, en una conversación con un militante de la Libertad Avanza, habla del ítem “desarraigo” que les pagan a los funcionarios.
“No les pedimos ninguna donación, sólo eso, que no es sueldo”, dice Paul, y agrega: “Y esto lo usamos para sostener el partido”.
Según relató Rolo Correa, quien se desempeñaba como asesor vinculado al mencionado espacio político, apunta a Pauli por “exigirle” a los asesores la transferencia del 100% del desarraigo —un adicional que se abona a quienes deben trasladarse a Ushuaia por tareas legislativas— a cuentas designadas por el partido.
El dinero, en lugar de destinarse a quienes lo percibían por su función, era requerido para afrontar gastos del espacio político, como alquileres y logística partidaria.
Si bien suele ser una práctica usual, surgió la polémica por llevarse a cabo dentro de una fuerza política que reniega del Estado, y cuyo lema de “ir contra la casta” parece haber caído en desuso.