El país cerró el año pasado con la tasa más alta del planeta, 211%, desplazando del vergonzoso logra a Venezuela y Líbano. Las perspectivas para 2024 sugieren un panorama riesgoso, de aceleración inflacionaria.
La República Argentina cerró el año 2023 con la tasa de inflación más elevada a nivel mundial, superando a naciones como Líbano y Venezuela. En un cambio significativo respecto a años anteriores, nuestro país desplazó a Venezuela del primer puesto regional, situándose en la cima del ranking gracias a las políticas económicas implementadas durante la gestión de Alberto Fernández.
De acuerdo con datos proporcionados por el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), una entidad independiente del gobierno venezolano, la inflación en dicho país alcanzó el 3,9% mensual, en comparación con el 25% reportado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) argentino. En términos anuales, la inflación venezolana fue del 193%, mientras que en Argentina llegó al 211%.
Durante el periodo comprendido entre 2017 y 2021, Venezuela experimentó una persistente hiperinflación, situación que, según el presidente Javier Milei, no debe descartarse para Argentina.
El país también superó a Líbano, que hasta noviembre había registrado una inflación del 211%, siendo la más alta del mundo en el ámbito de alimentos.
En el contexto global, Turquía ocupó el cuarto lugar con una inflación del 64,8%, mientras que a nivel internacional se registró una disminución de la inflación respecto al año anterior, atribuida al efecto de la emisión de dinero durante la pandemia y la invasión rusa a Ucrania.
Cabe destacar el caso de Zimbabue, donde los organismos internacionales estiman una inflación cercana al 222%, aunque el organismo de estadísticas local informó un incremento de los precios del 26% en el año 2023, tras modificar su metodología para considerar los precios en dólares.
En lo que respecta a las naciones más desarrolladas, Alemania registró una inflación del 5,9%, Italia del 5,7%, Francia del 3,7% y Estados Unidos del 3,4%.
A nivel regional, después de Argentina y Venezuela, Cuba se ubicó en tercer lugar con una inflación del 30%, seguida por Haití en cuarto lugar con un 22%. Posteriormente, se encuentran Colombia con un 9,8%, Uruguay con un 5,1%, México con un 4,6%, Chile con un 3,9%, Paraguay con un 3,7%, Perú con un 3,2%, Bolivia con un 2,1% y Ecuador con un 1,3%, siempre según las cifras correspondientes al año pasado.
Según proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y Latinfocus, la mayoría de los países de la región experimentarán una disminución en la tasa de inflación en el presente año, aunque se anticipa que Argentina continuará con un aumento significativo superando el 200%. De hecho, Latinfocus proyecta una inflación del 224% para Argentina en 2024, seguida por Venezuela con un 168%, Colombia con un 6%, Uruguay con un 5,8%, México con un 4,3%, Bolivia con un 4%, Brasil con un 3,9%, Paraguay con un 3,6%, Perú con un 3,2% y Ecuador con un 2,5%.
Las razones que explican cómo países con enfoques económicos tan diversos lograron controlar la inflación se atribuyen, con matices y tendencias cambiantes, al manejo prudente de las cuentas públicas y a la credibilidad del banco central.
En el caso argentino, se proyecta que la subida de precios se acelerará durante el año 2024, consolidando un récord negativo de alta inflación combinada con una disminución en la actividad económica, continuando la tendencia observada en 2023.