A partir de hoy, la desregulación de los servicios turísticos de los Parques Nacionales entró en vigencia, pero a medias. Con el aval de la Justicia, que rechazó el amparo presentado por guías oficiales de las áreas protegidas, la Administración de Parques Nacionales (APN) resolvió avanzar con la flexibilización de los requisitos para poder ser guía, pero volvió a prorrogar la ya anunciada decisión de eliminar la obligatoriedad de las empresas de turismo de contar con guías oficiales para brindar sus excursiones. El conflicto con los trabajadores y trabajadoras sigue vigente, y las asociaciones de guías advierten que las medidas no sólo ponen en riesgo los puestos laborales, sino que afectarán el cuidado ambiental en las áreas protegidas.
Una de las dos resoluciones que establecían las modificaciones fue puesta en vigencia recién esta semana, mientras que la otra recibió una nueva prórroga de un mes y medio. En el medio, hay un profundo conflicto al interior de los parques por la resistencia a la desregulación de los trabajadores, que incluyó hasta una marcha federal y la extensión del conflicto al terreno judicial, sin contar con la renuncia del propio Larsen, reemplazado por Sergio Álvarez.
El laberinto judicial