El mandatario fueguino, Gustavo Melella, habló sobre la visita del presidente Javier Milei y su acto de campaña en Ushuaia, y dijo que “tiene derecho a venir y es el Presidente de los argentinos. Lo que pasa es que, en esta ocasión, vino a hacer campaña, vino como el líder de La Libertad Avanza. No como Presidente a visitar una provincia, sus sectores productivos o a encontrarse institucionalmente con las autoridades provinciales. Vino de campaña. Y, realmente, si vos venís de campaña a una provincia donde las medidas del Gobierno nacional afectan a la industria tecnológica, a la textil, al turismo, a la construcción, paralizan la obra pública, la sociedad no va a estar contenta. No sé si eso no lo ven, no lo miden, no lo sienten, pero era de esperar que iba a haber un rechazo de la sociedad. Nosotros lo vimos hasta como una falta de respeto. Yo leía declaraciones de la ministra Bullrich y da vergüenza ajena escuchar las mentiras que dice”.

“Recién el domingo a la tarde un funcionario se comunicó conmigo, pero no para decirme “Va el presidente, se quiere juntar con vos”, sino para pedirnos la policía. Fue el único pedido. Le hemos dicho que no, primero porque venía a un acto político, y yo cuando tengo actos políticos en mi partido no llevo la policía de la provincia. No se usan los recursos del Estado para eso. Y, segundo, es que no voy a poner la policía de mi provincia para reprimir a un vecino. Es la tercera vez que viene a nuestra provincia y nunca a ver las autoridades. Es una falta de respeto”, le dijo Melella a Ámbito.

“Nosotros tenemos uno de los índices de desocupación más importantes del país y de la Patagonia. La industria textil está siendo aniquilada. Una disposición del Gobierno nacional pone en jaque, en terapia intensiva, a una de las industrias textiles más grandes. La baja de aranceles para la importación trajo un conflicto muy grande hace unos meses atrás. Hay posibilidades de inestabilidad laboral desde el 31 de diciembre para 6.000 trabajadores. En una ciudad de 100.000 habitantes, como es Río Grande, es muchísimo. Porque son 6.000 trabajadores directos, pero después tenés los indirectos, que son 10.000, 12.000 más. Entonces, es una locura las medidas que está tomando el Gobierno nacional. Entonces, ¿cómo querés que te reciban?, ¿querés que te hagan una fiesta?, ¿que te canten un feliz cumpleaños y te pongan globo? No es que se quiera instalar. Se lo advertí el mismo día ciertas autoridades. No está el clima social, por lo menos en Tierra del Fuego. Por ahí tienen provincias que los quieren un montón, pero acá la gente está enojada por todas estas cuestiones”, concluyó.