Los ediles aprobaron el proyecto por el cual se establece el Protocolo Sanitario de Emergencia para el ejercicio del servicio de transporte de pasajeros mediante explotación privada (Taxis y Remises), el que deberá ser cumplimentado por todos los conductores de remises y taxis habilitados de la ciudad.

El protocolo incluye la desinfección del vehículo y conductor mediante rociado de manijas de interior y exterior de puertas, vidrios, alfombras, asientos traseros y dispositivos sanitarios de aislamiento preventivo (con alcohol 70 vol. Diluido en agua) luego de cada viaje.

El uso del tapabocas es obligatorio, igual que los guantes de látex por parte del conductor. También corresponderá contar con la instalación de un dispositivo sanitario de aislamiento preventivo que asegure total división entre los asientos delanteros de los traseros y de piso a techo, únicamente con una abertura/ventanilla para realizar el pago del viaje, siendo que el mismo deberá constar de un film cristal de PVC o polietileno transparente de 200 micrones, en su defecto un dispositivo sanitario de aislamiento preventivo superior.

El traslado está limitado hasta 2 pasajeros por viaje, quedando absolutamente prohibido que los pasajeros usen el asiento delantero.

“Nos sentimos un poco raros porque nunca nos preguntaron anda, no nos convocaron. Nos están diciendo que hagamos algo que ni siquiera sabemos si lo vio un epidemiólogo y no sabemos si es viable. Deberíamos tener la palabra de alguien que sabe y nos lo diga por escrito de por qué eso sirve”, dijo Griselda Fuentes, Presidenta de ATURG Taxis.

Y agregó: “Es una obviedad que el taxi tiene que salir desinfectado, lo que no entiendo es lo de los guantes. Con lo del separador, yo fui una de las que invitó a los taxistas a poner el separador en su momento, mi marido lo usa y los dos nos contagiamos”.

“En un espacio cerrado con nylon, de que ventilación estamos hablando? No deberíamos haber sentado a charlar y buscar otra manera de hacer las cosas. Yo le puedo demostrar que un par de taxistas que se contagiaron lo tenían puesto”, cuestionó.

“Una cosa es ir adelante y otra atrás. Si un pasajero lleva barbijo, Cómo me va a contagiar?”, señaló la mujer.

“Queríamos hablar con el intendente, pero todavía no me contestó”, concluyó.