Ante esta nueva realidad que atraviesa el mundo y que actualmente impacta de lleno en la ciudad de Río Grande, al igual que le sucedió al gobierno de la Provincia, el intendente Martín Perez debió rever sus planes de gestión y hacer frente a esta Pandemia.
Tanto a nivel provincial como municipal, las nuevas autoridades asumieron en el mes de diciembre del 2019, teniendo dos meses de actividad plena, la que fue paralizado y repensada una vez que llega la pandemia a Tierra del Fuego en el mes de marzo de 2020.
Si bien la principio Río Grande no estuvo tan comprometida con la cantidad de casos y pasó más de un mes sin tener problemas, el Coronavirus se instaló fuerte en la ciudad del norte en el mes de agosto.
Desde el gabinete municipal asegura que el intendente Perez “nos transmite permanentemente la decisión de que como ciudad podamos superar esta crisis económica y sanitaria” y que cada decisión que toman, “persigue un único objetivo, que consiste en superar lo antes posible estas dificultades”.
Desde el mes de marzo, el Intendente “sostuvo que la prioridad era redoblar el trabajo y priorizar los recursos humanos y técnicos para acercar el Estado municipal a los vecinos y que se sientan cuidados y protegidos”.
Respecto a las medidas sanitarias, desde el Ejecutivo local resaltaron la importancia que tuvo la compra de insumos y equipamiento para afrontar la pandemia y fortalecer el sistema de salud de la ciudad, que significó una inversión de más de 160 millones de pesos.
Además, inauguraron el Laboratorio de Análisis Clínicos y Biología Molecular, donde hoy en día están procesando más de 60 muestras diarias, lo que permitió aumentar la cantidad de testeos para poder detectar con mayor rapidez los casos positivos.
También se puso en marcha del Centro Municipal de Cuidados para Pacientes Leves de Covid-19, con 24 camas para cuidar, personal de salud de manera constante y equipamiento adecuado a la situación.
En cuanto a la asistencia alimentaria, se aumentó en un 400%, en contraposición a lo que sucedía en las arcas municipales, las fueron disminuyendo.
Se estima que la recaudación ha disminuido en hasta en un 70%. También se prestó asistencia al sector comercial, como así también los pequeños y medianos emprendedores, trabajadores del volante, personas en situación de vulnerabilidad, y a los trabajadores de la construcción, con diversas extensiones de bonificaciones impositivas, exenciones de tasas y asistencia financiera de manera directa.