Durante la época de pandemia, se conocieron diferentes casos de estafas relacionadas a medios de pago digitales o a servicios digitales de distinto tipo. Muchos se aprovechan de las personas que cobran el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). El phishing es un método de estafa que se basa en engañar a los usuarios para que realicen alguna acción que vulnere la seguridad de su sistema.

En este caso, los ciberatacantes en la Argentina optaron por aprovechar las dudas y la ansiedad que generó el pago del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y llegaron a crearse diferentes páginas de redes sociales falsas que imitaban al sitio original de la Anses.

Además, se extendió las estafas relacionadas al homebanking, donde ofrecen premios que para poder hacer efectivo, hacen que la persona de acerque a un cajero del banco más cercano, donde mediante alguna historia le solicitan que active la clave TOKEN  y luego empiezan a transferir dinero a otras cuentas, lo que hace casi imposible recuperar el dinero.

La clave TOKEN es un código que ofrece un segundo factor de seguridad en el homebankig, que permite aumentar el límite de transferencias, blanquear el PIN y realizar una transferencia por primera vez a una cuenta nueva sin necesidad de dirigirse a un cajero.

Luego están también los que clonan tarjetas en los cajeros, lo que si bien no es tan usual en Tierra del Fuego, si sucede mucho en otras partes del País y es bueno tenerlo en cuenta y estar atentos.

Lo que suelen hacer es eligen lectores de tarjetas y cámaras en miniatura o superposiciones de teclado para robar información financiera personal y dinero.

En los cajeros, los estafadores suelen colocar un lector de tarjetas magnéticas en la ranura donde el cliente inserta la tarjeta. Posteriormente, el dispositivo “lee” la información de la banda magnética y la transmite a otro aparato, donde quedan almacenados los datos.

Asimismo, en otras ocasiones una pequeña cámara inalámbrica, oculta cerca del panel frontal del cajero automático captura el PIN del usuario cuando se ingresa. La información del dispositivo y la cámara se envía de forma inalámbrica al criminal, que generalmente está estacionado con una computadora portátil cerca.

Finalmente, el usuario del cajero automático no tiene idea de que su información ha sido comprometida.

El método de clonación es tan rápido que cualquier persona puede convertirse en víctima sin haber sentido ningún tipo de anomalía en los procesos de pago habituales. Los ladrones consiguen acceder a nuestros datos para transferirlos a una tarjeta en blanco o realizar transacciones online, para lo que ni siquiera hará falta el clonado físico en ciertas ocasiones.