Durante la obra, las historias de siete mujeres se ponen sobre el escenario. La vocación, el amor por un compatriota, las heridas de la guerra y la dedicación a sus trabajos y a su país marcan cada una de las escenas. La piel se eriza, el alma se aflige y las lágrimas se hacen incontenibles con cada una de las interpretaciones que logran transportar al espectador a vivencias y sentimientos marcados por el conflicto bélico.

Además de exponer los hechos, la obra pone el foco en la importancia de algunas de estas mujeres en la guerra y en los desafíos y dilemas que tuvieron que enfrentar en ambientes masculinizados. Según la directora, las escenas abordan un tema trágico, pero todas tienen una cuota esperanzadora. “El espectador se va a encontrar con episodios reales contados a través del arte, una manera diferente de abordar la historia. También se va a encontrar con una forma de narrar. Creo que se va a identificar con esas historias y va a empatizar con ellas. Es lo que buscamos”, dijo Gabriela Aguad, la directora de la obra que se lleva adelante en el Teatro del Pasillo, en el barrio porteño de Almagro.

Por su parte, Alicia Strupeni, una de las actrices, se refiere al proceso que llevaron las distintas escenas: “Concebir, investigar, escribir y estrenar esta obra fue un trabajo arduo. Demandó varios meses y, cuando estaba lista para su estreno en marzo de 2020, comenzó la pandemia. Para nosotros, poder hacerla de manera presencial es maravilloso. La hacemos con aforo reducido y cumpliendo todos los pasos del protocolo establecido. Esperamos y deseamos seguir con el acompañamiento del público y de las críticas para continuar las funciones por mucho tiempo”.

“Representar a esas mujeres y ficcionalizar sus experiencias es una gran responsabilidad que nos llena de orgullo. Contar estas historias olvidadas frente a los protagonistas es una experiencia muy conmovedora”, finaliza Alicia. Las funciones tienen lugar los días sábados, a las 19.30.