Se trata de Mónica Arnold, que debió renunciar a su trabajo, denunciando persecución y acoso laboral de parte de las autoridades del Tribunal, especialmente de parte del presidente, Miguel Longhitano.

La semana pasada, la Secretaria General de APOC, y trabajadora del Tribunal, Valeria Regueiro, denunció el robo de su computadora con información sensible sobre la institución. Regueiro también denunció persecución y acoso laboral en el mismo lugar, en un contexto en el que, desde APOC, vienen pidiendo la apertura de paritarias para los trabajadores, lo que fue negado sistemáticamente por las autoridades.

“La secretaria de Longhitano cada vez que iba al baño cerraba con llave su oficina, eso no es un accionar de alguien perseguido? Yo tuve que hacer eso porque me aparecían cosas y me faltaban cosas. Lo peor es que ponían expedientes y después me decían que yo los hacia dormir en mi oficina y yo no tenía decisión. Cada error del Tribunal de Cuentas era de Monica Arnold, y todos miraban para cualquier lado pensado que los iba a salpicar”, dijo Arnold por Radio Provincia.

Y pidió que lo sucedido con Regueiro “ojalá no termine mal, en el sentido que la terminen echando, que le inventen cualquier cosa”.

Según Arnold, a los que estaban en contra de las autoridades se los llamaba “leprosos”. “Loghitano tiene un gran problema con las mujeres, hablaba y las maltrataba verbalmente. Caballero (otro de los vocales) estaba casi al mismo nivel que él en cuanto al maltrato. Longhitano me amedrentaba físicamente, se me tiraba encima para querer asustarme”.

La mujer apuntó a su ex colegas que aún trabajan en el Tribunal de Cuentas y les pidió “que se agrupen entre ellas, porque Longhitano es un abusador, es un maltratados y es peligroso, porque le dieron poder, no lo subestimemos”.