El diputado fueguino del PRO, Héctor Stefani, se manifestó a favor de la investigación de los fideicomisos, que anunció el Gobierno Nacional. Muchos de ellos serán eliminados por decreto.

El fideicomiso representa un mecanismo legal que separa la propiedad legal de los activos de su control económico y beneficio. A través de este acuerdo, se crea una estructura que permite la transferencia de bienes de un propietario a un gestor designado, quien los administra en beneficio de terceros, los beneficiarios.

Su aplicación para el manejo de fondos públicos, según entienden quienes se oponen a su utilización en ese ámbito, tiene muchos menores controles que las partidas que integran el Presupuesto. Por lo tanto, su funcionamiento es mucho menos transparente que el gasto público habitual de las reparticiones del Estado, aprobado por el Congreso y con instancias de auditoría que los fondos fiduciarios no poseen.

“Toda esa runfla son como u$s20.000 millones. Son todas cajas negras de la política. Eso hay que terminarlo. Eso pone muy nervioso a muchos. Hay muchos agentes de la política que vive de eso”, dijo el presidente Javier Milei.

Según el diputado Stefani, el fideicomiso “funcionó en algún momento y creció de manera exponencial. ¿Quién los controla? Muchos están anclados en el Banco Nación, otros en el Hipotecario”.

“Todavía no me pude hacer con la información del fondo para la ampliación de la matriz productiva”, advirtió.

Quizás el Fideicomiso más famoso en Tierra del Fuego sea el Fideicomiso Austral, con el que se hicieron, por ejemplo, la planta potabilizadora en Río Grande y otra en el Pipo, de Ushuaia, entre otras obras.

Además del Austral, la provincia cuenta con el Fondo para la ampliación de la matriz productiva, el fondo del subsidio para el gas envasado, fondo nacional de transporte, entre otros.