“No queremos pelear con nadie, pero somos gente de respeto y nos gusta que nos respeten. Es cierto que había que reordenar cosas, pero ese reordenamiento tiene que hacerse con humanidad. No puede ser que nuestros abuelos no puedan pagar sus remedios. Eso no es construir una patria. Nosotros proponemos un plan de desarrollo con un estado fuerte que garantice una justa distribución de la riqueza”, advirtió ayer el gobernador Gustavo Melella, mientras finalizaba el encuentro de gobernadores patagónicos en Puerto Madryn.

El martes por la noche trascendió que el presidente Javier Milei, en un encuentro con sus funcionarios de confianza, dijo “los voy a mear” a los gobernadores si no le aprueban el proyecto de ley ómnibus o Bases que volverá a enviar al Congreso.

Anoche, durante una entrevista televisiva, Milei redobló la apuesta al confesar que “el error que cometí en estos 90 días fue creer que podía negociar de buena fe con los gobernadores”. Es en este contexto de agresividad presidencial que el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, recibirán esta tarde en la Casa Rosada a la mayoría de los gobernadores –La Rioja, Mendoza y Formosa envían a sus vices– donde buscarán convencerlos de acompañar justamente el proyecto Bases, con paquete fiscal incluido, y el retorno del impuesto a las ganancias. Todo esto como requisito previo e innegociable para firmar el Pacto del 25 de mayo.

El encuentro se prevé complejo, sobre todo si se toma en cuenta que los gobernadores patagónicos se reunieron ayer en Puerto Madryn. Desde allí llegaron frases como la del mandatario rionegrino, Alberto Weretilnek, que dejó entrever la negativa de los gobernadores del sur a restituir el impuesto a las ganancias: “No estoy de acuerdo con este impuesto. Ya es un tema terminado”, afirmó.

En la previa al encuentro con los gobernadores en la Casa Rosada, donde anoche dejaron trascender que el Presidente no será de la partida, se produjo la reunión de los gobernadores patagónicos. Desde el lejano sur avisaron que “estamos dispuestos a acuerdos en la medida que no vengan impuestos y estén precedidos de condicionamientos”. Otra frase que anticipa que la reunión en la Rosada los mandatarios provinciales no van solo a oír sino a discutir propuestas, alternativas.